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Ni siquiera como amigo - B.R.C.
Clo 6:14:00 a. m. 0
Apenas comenzaba el mes de Abril del año 2018, era una mañana soleada asà que me dirigà a la preparatoria, me reunà con mis amigas del salón, visité algunas veces la cafeterÃa y tomé mis clases con regularidad. Más tarde me encontré con mi amiga Dulce en la explanada de la preparatoria, ambas estábamos en la selección femenil de fútbol asà que discutimos sobre ir a entrenar, pero nos ganó la pereza y decidimos quedarnos en la escuela conversando un rato más.
-Mira Brenda -me dijo- ese muchacho de allá está muy guapo.
-Es cierto –asentÃ- pero no es mi tipo.
-Entonces, ¿cuál es tu tipo? – me preguntó.
Fue justo en ese momento que lo vi y en menos de un segundo quedé cautivada por él. Eera alto, delgado, con cabello rizado color castaño, y unos ojos hermosos color miel que me hacÃan desear que me notara por lo menos una vez.
-Como él, él es mi tipo ideal Dulce –respondÃ.
-Nunca lo habÃa visto, a lo mejor va en el turno de la tarde.
-Tienes razón, ya pasó un semestre desde que entramos y no lo hemos visto en la mañana, es una lástima que vaya en la tarde porque no podré verlo más.
Al dÃa siguiente el universo parecÃa conspirar a mi favor, porque lo encontré en la entrada de la preparatoria, pero no pude hacer nada más que emocionarme e ir a contarles lo ocurrido a mis amigas del salón. Todas ellas me sugirieron que le hablara pero era demasiado tÃmida para eso y dije que no.
Pasó cerca de un mes y me lo seguÃa encontrando por todas partes en la preparatoria, asà que lo tomé como una señal y les pedà ayuda a mis amigas para conseguir su Facebook y acercarme a él.
Justo 10 dÃas antes de mi cumpleaños, el 7 de mayo, mis amigas lograron conseguir su Facebook. Él se llamaba Aldo. Le mandé la solicitud de amistad, estaba muy nerviosa porque iba a ser más que obvio que yo fui quien pidió el Facebook, pero me llamaba tanto la atención que pensé: ¿Qué es lo peor que puede pasar? Bueno, lo peor vino después de unos meses.
Ese mismo dÃa aceptó mi solicitud de amistad, asà que me armé de valor y le mandé un mensaje. Todo parecÃa marchar bien y él mostraba interés en mà e incluso tuvimos algunas citas.
Él ya sabÃa que me gustaba y después de un tiempo admitió que yo también le gustaba y que me querÃa. Fui de lo más feliz en ese momento... hasta que una noche de Octubre, mientras hablábamos, me pidió que hiciéramos una especie de juego.
-Mira es fácil -me dijo- tú me dices que es lo que crees que encontrarás en alguna de mis conversaciones de Messenger, y si lo encuentras, pues te deberé algo, yo te daré mi contraseña, tú solo tienes que buscar con total confianza.
-Está bien- dije finalmente-, buscaré si coqueteas con otra persona. ¿Te parece bien?
-Me parece bien- respondió.
No me sentÃa del todo cómoda haciendo eso pero él fue muy insistente en ese momento y pensé que él me estaba dando esa confianza por algo. Comencé a buscar en sus conversaciones esperando no encontrar nada, pero no fue asÃ. Después de unos minutos encontré una conversación con una chica a la cual le decÃa que era bonita; y eso no era lo peor, en la conversación la chica preguntaba por mÃ: "Entonces, la muchacha de la que me platicaste el otro dÃa, ¿qué pasó con ella, ya son novios?". "No, no somos novios y no lo seremos, nunca me fijarÃa en ella como algo más que amigos" respondÃa él.
Después de leer esa conversación me salieron algunas lágrimas, no sabÃa cómo sentirme, asà que le mandé un mensaje con las capturas de los mensajes. Le dije:
-Me puedes explicar ¿por qué a mà me dices que me quieres y a los demás les dices lo contrario?
-No es lo que piensas -respondió- eso lo dije antes de darme cuenta que sà me gustas, por favor perdóname, de verdad no es lo que estás pensando.
Aldo parecÃa tan sincero que decidà confiar en él y hacer como si no hubiera pasado nada. Un mes después parecÃa que todo estaba bien.
Llegó el 17 de Noviembre, apenas comenzaba a sentirse el frÃo de la tarde y yo asistà a un partido de fútbol organizado por la escuela. Aldo se ofreció a ir a verme y lo tomé como un gesto muy lindo.
Aquella tarde perdimos el juego y él se fue. No pude hablar con él cuando terminó el partido, pero tenÃa un mensaje suyo: "SabÃa que iba a ganar el equipo contrario, ustedes no traen nada, no hiciste nada por tu equipo, se nota que no sabes jugar, solo fui a perder mi tiempo." No era la primera vez que me hacÃa sentir mal por algo, pero lo dejé pasar porque creà que no era para tanto y que quizá era cierto, yo no era la mejor jugadora y fue mi culpa perder ese partido.
SeguÃan pasando los dÃas y nos veÃamos de vez en cuando. Me encantaba verlo en persona, porque siempre se portaba lindo, considerado y atento; al contrario de cuando solo nos mandábamos mensajes y me hacÃa sentir como si tuviera que conformarse conmigo, aunque sus palabras fueran otras: "Nadie se fija en mÃ, por eso estoy solo, pero tú no estás tan mal - me decÃa -, aún si llega alguien más bonita que tú, no me harÃa caso, asà que no te preocupes."
Pasaron varios meses y tenÃamos etapas en las que todo era color de rosa y otras en las que preferÃamos no hablarnos. Las peleas siempre eran originadas porque me culpaba de tener a alguien más y porque decÃa que me excusaba en que él no me habÃa pedido ser una pareja.
Finalmente un 9 de Marzo del 2019, me harté de este ciclo y decidà hablar con él y poner un alto definitivo a lo que sea que fuésemos. Él se negó.
-Brenda si yo no te he pedido que seamos novios es porque no sé cómo hacerlo, no sé que darte y sé que vas a decir que lo importante es lo que diga, pero para mà no es tan simple - me decÃa. - Yo sé que piensas que juego contigo pero de verdad no lo hago, en serio te quiero.
Yo realmente lo querÃa y una vez más parecÃa ser sincero asà que le creà y decidà esperar un poco más, pero no sirvió de nada, cada vez nos distanciamos más.
En la tarde del 5 de abril junto con mis amigas planeamos una salida. Fuimos a comer, vimos una pelÃcula y reÃmos mucho, fue una tarde maravillosa, tanto que no toqué mi teléfono en todo el dÃa. Al llegar a mi casa contesté varios mensajes de Aldo y le dije que me disculpara por no responder antes, que salà con mis amigas y realmente no usé mi teléfono. Él no reaccionó nada bien.
-Mira Brenda, si me vas a echar mentiras échamelas bien por favor, de volada se nota que no saliste con tus amigas, seguro te fuiste con uno de tus amigos, porque si no fuera asà me habrÃas avisado, ya te conozco -me dijo.
-Primero que nada yo no te estoy mintiendo, y ya no me importa que creas, nunca te he dado motivos para que desconfÃes y no quiero estar con alguien que desconfÃa de mà hasta por respirar.
-Está bien, de todos modos siempre te he dicho que nunca he querido nada serio contigo, desde siempre te lo he repetido y si ya tienes a alguien mejor por mà está bien, ojalá seas feliz -respondió finalmente.
Después de esa discusión al fin me di cuenta de que nuestra relación, tanto amistosa como romántica, estaba mal. Él no me querÃa a su lado, pero tampoco que estuviera con alguien más, aunque decÃa lo contrario.
Decidà que no lo querÃa ni siquiera como amigo, porque entonces no podrÃamos superarnos. Él se enojó y unos meses después intentó volver, pero ya no lo dejé entrar a mi vida. Cometà ese error muchas veces y comprendà que no debÃa volver a ese ciclo, que no me deberÃa sentir insuficiente o alguien con quien tengan que conformarse, y tampoco esperar por una persona que no sabe lo que quiere. Hay personas que nos parecen tan cautivadoras fÃsicamente que creemos no merecerlas y olvidamos que lo importante es quedar fascinados con su trato y personalidad.
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