Benito Juárez en la playa - M. O. CH. I.

El 9 de marzo del 2020 me desperté a las 7 de la mañana, algo inusual en mi rutina vespertina; pero lo ameritaba ¡iría a cobrar la beca Benito Juárez con mis amigos! Me arreglé como si fuera a la escuela, con un pequeño cambio, en lugar de llevarme los útiles en la mochila, me llevé ropa normal.

Salí de mi casa a las 8:30 aún con sueño. Antes de llegar a la parada del transporte público, pasé a comprar un café al Oxxo y unas galletas, mi desayuno favorito. De camino a la escuela, sentía como el café hacía su efecto, el sueño había desaparecido y mis ganas de llegar a la prepa aumentaban. El tráfico era horrible, como de costumbre en Otay, pero al fin llegaba a la escuela. Era el primero de mis amigos que llegaba a hacer fila del lado del auditorio.

Cuando venía uno de mis amigos me tocaba a mí hacerles un espacio en la cola y pedir una disculpa a la gente de atrás. Ya dentro del auditorio, solo tocaba esperar a que nos llamaran para recoger el código QR e irnos al Banco Azteca a cobrar la primera beca de 6to semestre, para proceder con el plan que tanto habíamos anhelado, ¡fuga a la playa! Pero todos teníamos hambre. Claro, después de todo el tiempo que estuvimos parados en la fila, era de esperarse. Recordé que en la 5 y 10 había un Carl's Jr. y decidimos ir. Tras recibir nuestros 3,200 pesos de la beca corrimos allá a comprar nuestras hamburguesas. Ya tenía ganas de comer mi combo favorito: Western Bacon con papas y soda mediana, una delicia. Pedimos nuestra comida para llevar, pues estábamos ansiosos por llegar a la playa. 

Primero pasamos a recoger a un amigo que tenia una camioneta donde podíamos caber todos sin problema alguno. En el camino, no podía faltar mi playlist de Bad Bunny, el álbum recién salido del horno. Todos cantábamos y a la vez planeábamos todo lo que íbamos a comprar llegando a Playas. 

Luego de 40 minutos de camino, estacionamos el carro en un parking privado, porque teníamos planeado estar allí mínimo unas tres horas. Pasamos al Seven Eleven a comprar nuestras cosas, cada quien iba a comprar lo suyo. Yo me compré un Capitan Morgan, una coca para acompañar, una cajetilla de cigarros y un encendedor, mis cosas favoritas en una fiesta. Quería que fuera lo mejor posible.

Caminamos por la arena, cargando nuestras bebidas y botanas durante unos 15 minutos hasta llegar a un lugar tranquilo con rocas para colocar nuestras mochilas. Al fin, estaba con todos mis amigos y el clima era agradable en la playa, no pedía nada más. Estuvimos desde las 2 hasta las 6 de la tarde, en nuestro horario de clases... una pequeña escapada a la playa con la beca Benito Juárez.