Un futuro largo con ella - A. G. R.C.



Todo comienza en la prepa, tenía 16 años, entré en un colegio privado en la ciudad de San Luis Potosí y ahí fue en donde conocí a Jenny. Ella era la niña más linda de la escuela y obviamente todos los niños querían estar con ella. Yo en ese entonces jugaba fútbol y me decidí a hablarle poco a poco. Nunca he sido un hombre feo, pero tampoco soy el más guapo.

Todo salió bien y después de un tiempo de platicar y conocernos, nos empezamos a gustar y a formar mejores vínculos. La invitaba a mis partidos de fútbol, salíamos a comer y cosas de ese tipo. Nos empezamos a enamorar, a vernos más seguido, y ahí comenzamos una historia como tal.

En el colegio donde estábamos teníamos dormitorios. Entre semana nos quedábamos a dormir en la escuela y pasábamos todo el tiempo juntos. Todo era bonito, mas la mamá de ella jamás me quiso, porque yo era de una clase socioeconómica más baja. Independientemente de ello, de alguna manera aceptó la relación y fue cuando Jenny y yo empezamos a viajar. Empezamos a vivir más experiencias juntos y demás. Realmente yo quería un futuro largo con ella, quería casarme y quería una historia de verdad. 

En esta relación todo empezó a fallar cuando yo decidí irme a vivir a Baja California para estudiar y trabajar. Nos afectó mucho y fue donde todo cambió.

Duramos 4 años y 8 meses. En sí la relación era buena, pero yo noté que ella ya no me veía como antes, ya no sentía lo de antes. Yo siempre he sido alguien muy directo, y decidí preguntarle si realmente me seguía queriendo. Fue ahí donde todo cambió. Ella me dijo que estaba confundida y que realmente se había enamorado de alguien más. Me rompió el corazón por completo y me hizo pedazos. Al menos agradezco que me haya dicho la verdad. 

Me dolió tener que afrontar esa ruptura estando solo en Baja California, sin embargo, decidí enfocarme en mí, decidí hacer las cosas bien conmigo y fue entonces que me pude enfocar más en mis estudios, más en mi trabajo. 

Ahora entiendo y agradezco que ella se haya ido. Realmente siento que desperdicié 4 años de mi vida por estar con una persona que no valoró lo que yo tenía para darle y todo lo que quería lograr con ella. Ahora veo que desperdicié esa etapa de mi vida. Me alejé de varias amistades, dejé mi ciudad para superarme y así poder ser una mejor persona para ella, pero aún así decidió cambiarme. 

Tiempo después yo me di cuenta de que desde que yo me había ido de la ciudad ella ya se había buscado un novio. Llevaba más de un año engañándome. Esto, a pesar de yo darle un apoyo económico y emocional.

Lo bueno es que esa relación me dejó muchísimo aprendizaje y mucha experiencia. Hoy me siento feliz y pleno conmigo. Llevo 2 años soltero y sin duda he disfrutado esta etapa como ninguna otra. Hoy puedo decir que gracias a Jennifer yo pude crecer como persona, pues me demostró que nadie se muere por amor, y que, a pesar de las circunstancias que puedan darse, lo único que tengo en esta vida es a mí. Por ello, hoy sé valorarme más.


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